jueves, 17 de octubre de 2013

Decirte

que en noches como la de anoche
suelo extrañarte demasiado
es la prueba irrefutable
de que he muerto.

Que quiero contrariar la vida que llevo
que deseo llenarme de tus besos
que me mantengo alerta por si apareces,
que destruyo a la cínica que siempre fui.
Me he muerto.

Admitir que te he querido aún en tu ausencia
es maldecir mil veces mis soledades
a mi sombra desabrida
y a la luna que se esconde de mis ojos,
es reconocerme simple,
arisca
y un poco vacía.

Decir que a veces,
solo a veces,
te extraño de más
es reconocerme parte de ti.

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