martes, 12 de noviembre de 2013

Un día de aquellos

Hoy es un día de aquellos...
donde pocas cosas tienen sentido,
en los que la gente pesa,
en los que abunda la desidia.

Por lo general este tipo de días
siempre vienen acompañados de silencios,
torturas y canciones tristes,
además de un poco de lluvia
- no importa si es solo imaginaria -
el asunto es que una puede
dejar ser a la triste que siempre fue.

Y pareciera que este día
que es uno más
de tantos aquellos que siempre he tenido
no quiere irse,
se perpetúa en una madrugada gris,
friolenta y solitaria.

No se distingue si son las 2 de la mañana
o de la tarde...
como si la luz solo fuera una circunstancia vanal
y pensarán los expertos en entusiasmos
que soy una cínica o que soy parca.
Posiblemente tengan razón,
no lo sé,
no me he dado a la tarea de definirme como tal,
prefiero quedarme sentada ante las estrellas
y permitir que este día que no ha sido día
termine de irse,
termine de estrujarme la vida,
termine de ponerme a prueba,
porque al fin y al cabo así recuerdo que vivo.

Este ha sido un día de aquellos,
donde no me abunda nada,
donde los sueños bailan mientras estoy despierta,
donde las razones de otros no me parecen certeras,
ha sido un día de aquellos...
en los que lo único que necesito para sobrevivir
es tu abrazo.

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